Una teología desde abajo

¡Usted es un hombre de las conversaciones!” Así me caracterizó una feligresa de la parroquia. Allí organizo todos los meses una “tarde espiritual” para personas mayores con tres o cuatro estímulos espirituales. Estos estímulos están basados en mis conversaciones con los pacientes del hospital y con las personas mayores. El desarrollo de las ideas a modo de conversación otorga a estos estímulos de reflexión vivacidad y cercanía. La fuente más importante de la cual nacen estos impulsos es la penetración meditativa de los encuentros con personas mayores y pacientes, en el marco de una revisión espiritual del día. Muchas de las conversaciones espirituales esbozadas en los impulsos son profundizadas gracias a referencias bíblicas. Pero estos estímulos de reflexión no son el resultado de una enseñanza bíblico-dogmática, sino de una penetración espiritual de experiencias concretas. Es una “teología desde abajo”, en el mejor sentido de la expresión. El punto de partida de todos los estímulos son los encuentros, que en la oración tranquila se convierten en ejemplos ilustrativos de la más alta teología.